Masa de cerveza
Esta semana estrenamos nuevo menú, lo veréis a la derecha. En él podréis encontrar todas las recetas del blog separadas en índices por foto. Así que he decidido aprovechar este post para compartir con vosotros otra receta de masa y rellenar así esa sección que quedaba un poco desangelada.
También tenéis una sección dulce y otra salada. Espero que de esta forma os resulte más sencillo buscar la receta que queráis.
La masa de cerveza ya la hacía mi abuela en casa de toda la vida. Y tiene muchas aplicaciones en la cocina, suele usarse para hacer empanadas grandes o empanadillas pequeñas pero también algunas tortas saladas.
Os iré poniendo distintas recetas de rellenos que podréis usar en múltiples ocasiones como una merienda, un picnic o una fiesta. Son recetas saladas fáciles de transportar, que combinan estupendamente con un postre sencillo como el que vimos de plátano con chocolate o el que os expliqué al final del artículo de mermelada de fresa con licor de mora.
La diferencia entre esta y otras masas, es que en lugar de levadura lleva cerveza. Así que se hace muy rápidamente y con ingredientes básicos y baratos. Hoy veremos la manera de preparar solo la masa para guardarla en nuestro “fondo de despensa”. Si decidimos reservarla en la nevera, durará dos o tres días y si queremos congelarla, puede durar hasta dos meses.
Veamos la lista de utensilios que necesitaremos para preparar la masa de cerveza:
1 bol
1 vaso
1 báscula de cocina
Papel transparente para envolver
Y ahora la lista de ingredientes:
½ vaso de cerveza
½ vaso de aceite
350 gr de harina
25 ml de agua
½ cucharadita de sal
El proceso es muy sencillo, tan solo hay que agregar todos los ingredientes en el bol y mezclamos muy bien con las manos.
Si vemos que la masa está demasiado húmeda se puede añadir un poco de harina, pero no demasiada. En cuanto a la cerveza podemos usar la que tengamos más a mano, yo he llegado a usar cerveza negra y sale igual de rica aunque le da un puntito de color. En este momento hay que decidir si queremos refrigerar o congelar la masa para usarla otro día. Para lo primero la envolvemos con el papel transparente y la guardamos en la nevera y para lo segundo, además del film transparente, la envolvemos en papel de aluminio, para evitar que se pueda estropear, tal como os expliqué en este artículo.
Para descongelarla, la pasaremos por la noche a la parte alta de la nevera y al día siguiente la dejaremos a temperatura ambiente.
En el próximo artículo veremos una receta muy sabrosa para el relleno, ya veréis que rica.
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